miércoles, 11 de julio de 2012

LA FAMILIA

  


EL AMOR EN LA FAMILIA


Familia y aceptación del otro, la base del amor


Al hablar de familia se hace referencia a un grupo de personas que teniendo lazos de parentesco viven juntas bajo la emoción del amor. Es decir el amor es una emoción básica en la relación intrafamiliar. Cuando no existe la pasión de vivir juntos la familia se desintegra como tal. El amor es el motor que mantiene a la familia unida y constituye el principal alimento para el crecimiento y desarrollo de los hijos, y la relación de pareja.


La palabra amor identifica el afecto, de necesidad de estar cerca del otro pero por sobre todo la aceptación incondicional del que se ama. En la familia el amor es la emoción básica que sustenta las relaciones entre padres e hijos y entre los integrantes de la pareja. En la familia se recibe el amor y se aprende a darlo a los demás, en la familia se aprenden las formas de expresión de dicho amor y se aprende a compartir y a aceptar a los demás.


Sin embargo este aprendizaje no siempre se da adecuadamente en las familias, ya que en muchos de los hogares el deterioro en la relación en la pareja, o la historia personal de cada uno de los integrantes adultos de la familia, no les permite vivir y expresar este amor. Muchos de estos casos provienen de familias en las cuales no vivieron el cariño de parte de sus padres y no tuvieron un modelo adecuado que les permitiera primero, sentirse queridos y aceptados, y segundo sentirse capaces de entregar lo que cada uno tiene dentro de sí. Generalmente este tipo de familias son muy negadoras del otro y tienden a la violencia y el maltrato como una forma de resolver las diferencias. Cuando una familia es capaz de aceptar a los demás y aceptar las emociones u opiniones de los otros se puede trabajar en la solución de las diferencias de manera no violenta, es más, se puede aceptar que dos o más integrantes de la familia tengan diferente postura u opinión y ello no constituye un problema.


Afectos y modelaje de los padres


La educación de los hijos intenta lograr que los hijos aprendan de sus padres o familiares, modelos adecuados de relación con los demás y formas de enfrentar la vida, que para ellos son los deseables o correctos. Es necesario señalar que estos estilos o formas de vivir la vida son algo propio en cada familia y dependen de su cultura y de su historia personal. Es así como algunas costumbres y formas de relación propias de la cuidad serán vistas como inadecuadas en una zona rural o en otro país.


Por lo general es muy importante, para los padres o familiares, el que los niños adquieran los valores y la forma de mirar el mundo que tienen ellos. Sin embargo esto no es una tarea tan simple y está directamente relacionada con la capacidad de los adultos de validarse como figuras dignas de ser imitadas. Por ello la formación de los afectos y el amor que estos adultos le provean a los niños son fundamentales ya que un padre o familiar que demuestra afecto y confianza a un niño se gana su respeto y admiración y por lo tanto será una figura muy importante para el pequeño, digna de ser imitada y constituirá una persona de la cual se aprenderá con facilidad sus comportamientos y valores. Por lo tanto cuando un niño vive amor y aceptación el modelo de los padres se fijará en los pequeños con mayor facilidad y si un pequeño se siente amado, aceptado y respetado, será natural la imitación de estos sentimientos y emociones para con los demás.


Por el contrario cuando los adultos son fríos o distantes o castigadores, los niños tienden a buscar otros modelos a imitar, generalmente personas que los quieran, y estos modelos pueden ser variados, a veces otros familiares, abuelos, profesores o líderes del barrio u otras personas que los consideren y acepten.


Sin embargo la forma de relación con los adultos cercanos dejará igualmente una huella sea por rechazo o por la rabia que ello genera en el pequeño, este tenderá a imitar los aspectos ligados a esta rabia, por lo general la violencia que se ejerce hacia él será imitada, y las actitudes de rechazo las reproducirá frente a los demás, así como imitará los aspectos que lo identifiquen con el modelo externo que ha elegido.


Si el modelo elegido es un líder negativo que lo incluye en su pandilla, el menor aprenderá la forma de relacionarse de éste. Por el contrario si tiene la suerte de encontrar un modelo adecuado podrá aprender de él nuevas formas de expresar su afecto y descubrir aspectos más positivos de si mismo, pero deberá superar sus rabias y carencias surgidas de su relación familiar temprana.


Formación de los afectos y autoestima


La formación de los aspectos afectivos se da con gran fuerza en los primeros años de vida, y la relación que establecen los padres con los hijos es fundamental para la formación de la imagen de si mismo y la seguridad personal.


La ternura que despiertan los niños más pequeños en los adultos, es muy importante para que surjan en los padres los sentimientos de amor y aceptación. La expresión de estos sentimientos es lo que permitirá a los niños sentirse queridos y aceptados, y todas las relaciones que surgen en este contexto emocional son fundamentales para el buen desarrollo de los niños. Si este aprendizaje permite que el niño se sienta querido y digno del amor de sus familiares se obtendrá que dicho pequeño se quiera a si mismo y se sienta valioso como persona. Es a esto que se denomina tener una buena autoestima. Así un niño que crece con una visión positiva de si misma experimentará la vida como algo positivo y hermoso, sintiendo que él será capaz de asumir desafíos y tareas con éxito y confianza.


Cuando esto no es así los niños crecen con una imagen de si mismos como incapaces de despertar amor en los otros y con la convicción de que no merecen ser queridos por que no son personas valiosas o dignas de ser aceptadas y queridas. Los niños que crecen con este “hándicap” enfrentan la vida con más dificultad y con una visión negativa frente a su propia existencia y son los que sienten que la vida es una eterna lucha por enfrentar las dificultades y sus carencias personales.


Como ya se ha señalado la vivencia del afecto y amor en la familia de origen es enormemente importante ya que definirá en gran medida, junto con otras experiencias de la vida personal, la forma en que cada persona enfrentará la existencia y “el mapa” o guía con la cual evaluará cada experiencia de su vida. Así la vivencia de amor en la infancia permite que los sujetos construyan un mundo de experiencias positivas y valoren su propia vida y la de los demás, y por el contrario el desamor, el rechazo o negación determinará una vivencia negativa de si mismo y de los demás y organizará en la persona la una visión pesimista de la vida.


Modelos familiares y expresión de sentimientos


El modelo familiar es fundamental en el aprendizaje del amor. Un niño que aprende a ser aceptado y se siente querido por sus padres y hermanos, será capaz de aprender de sus padres a aceptar a los demás y a expresarle sus sentimientos positivos, su afecto y también otro tipo de emociones, todas ellas tan importantes en la vida, como el amor.


La expresión de emociones es un factor muy importante en la formación de los seres humanos. Aunque en la cultura occidental en la cual vivimos existen distintas culturas que aceptan diversas formas de expresión, por lo general es muy poco aceptado el expresar lo que se siente. Ello por que vivimos en una cultura que tiende a negar las emociones y los afectos, y sobrevalora la razón por encima de todo.


Los seres humanos nacemos con una expresión natural de nuestras necesidades y emociones: él bebe expresa su molestia a través del llanto, expresa su alegría a través de la expresión facial, y cuando comienzan a tener una comunicación más clara con los adultos expresan sus rabias como algo natural. No obstante lo anterior, a medida que los niños crecen se les va enseñando a negar determinadas emociones de acuerdo a si son varones o niñas. A las niñas se les enseña a no expresar la rabia y se les facilita la expresión del llanto, los afectos y no se les reprime en su expresión de amor. En cambio a los varones se les permite expresar la rabia pero no la pena, el dolor ni los afectos, ya que estas expresiones están reservadas por lo general para las mujeres para cumplir adecuadamente su futuro rol de madres.


La expresión del amor y los afectos son entonces socializadas para las mujeres y negadas en general para los hombres a los que se les enseña a ser racionales, prácticos y competitivos.


Desde esta perspectiva el amor pasa a ser un sentimiento propio del dominio de lo femenino, y los hombres no cuentan con modelos afectivos y expresivos del cariño y afecto, aun cuando lo sientan, no se les permite expresarlo con facilidad. Por esto se dice que los hombres son más fríos y duros, que las mujeres y que las mujeres son más emotivas y sentimentales.


Por lo general la familia es la encargada de formar, tanto en hombres como en las mujeres, la expresión de los afectos. Este proceso se inicia desde que se establece una relación entre padres e hijos. En algunas familias esto se da durante el embarazo, cuando el padre y/o la madre le hablan al niño por nacer y en otras el proceso se inicia con el nacimiento cuando la mamá o el papá se relacionan con el niño o niña.


Aunque lo más frecuente es que la expresión del amor y los sentimientos estén a cargo de la mamá, el papá también participa en esta formación y si es que no es activo en esta expresión del amor o los afectos, los hijos aprenderán de él a no expresar sus sentimientos o emociones, y probablemente pensarán que los hombres no deben ser expresivos y que ese es un patrimonio de las mujeres.


Amor y confianza, base de la educación


La experiencia temprana del amor y aceptación es entonces fundamental para el desarrollo de la identidad y el aprendizaje de formas de relación de la persona. La relación de los primeros años con el pequeño tiende por lo general a proveer de un substrato básico de confianza y relaciones positivas del niño con su mundo.


A este tipo de nexo se le ha llamado relación materno-infantil aunque padre y madre tengan el mismo comportamiento cariñoso y aceptador para con los hijos, esto por que en general se identifica con la madre este tipo de vínculo y la expresión del afecto, mientras del padre se espera, ante todo, que sea buen proveedor. Independientemente del progenitor con el que se identifiquen los aspectos, lo importante es el sentido de la relación de afecto y confianza que se desarrolla en los primeros años de vida de los pequeños.


Tal como se señalaba el clima de confianza y aceptación es de enorme influencia para la formación de cada uno y de la forma en que se enfrentará la vida y a los demás, y hasta ahora se había mencionado la familia como agente socializador más importante. Sin embargo junto con la familia intervienen otros agentes que van cobrando importancia con el correr de los años. Estos pueden ser por ejemplo el Jardín infantil o los amigos del barrio, y más tarde será la escuela y el grupo de pares.


Cuando el niño es capaz de establecer vínculos sociales con su entorno externo a la familia surgen los amigos del barrio y los vecinos, como un nuevo foco de formas de relación, no siempre coherentes con los valores del hogar. Junto con establecer las primeras relaciones sociales extra familiares, los niños son generalmente incorporados a la formación pre-escolar en donde comienzan a cobrar importancia las nuevas figuras adultas "modelo" que interactúan con el niño: "Las tías" o "Profesoras".


Estas nuevas figuras constituyen modelos de referencia con un enorme peso existencial en la vida de los niños pequeños, pues se acompañan además de una carga afectiva enorme (generalmente positiva), muchas veces con más horas de interacción diaria que los propios padres del niño.


Cabe agregar además que por lo general la relación con "las tías", a nivel de la educación prescolar es muy reforzador para los niños, ya que éstas les proveen de sus necesidades afectivas, cognitivas y sociales, en un clima de aceptación y reconocimiento y a la vez con límites claros y seguros para ellos, tan necesarios en esta etapa del desarrollo. Incluso son a veces modelos más consistentes y seguros que los propios padres, habitualmente estresados y sin tantas habilidades de manejo con los pequeños. En los jardines infantiles y se tiende a conservar la relación materno-infantil hasta que el niño ingresa a la escuela, medio en el cual los pequeños deben enfrentarse a un nuevo mundo de relaciones en el cual son constantemente evaluados y descalificados por los adultos.


Por lo general los pequeños que cursan el jardín Infantil no viven grandes inconsistencias entre los modelos paternos y las educadoras, aun cuando ellos puedan diferir en algunos de los valores o creencias específicos. El clima de aceptación y reconocimiento es por lo general el mismo en la casa y en el jardín y en ambos espacios los pequeños se encuentran valorados y validados, en sus expresiones y necesidades socio-afectivas. En cambio en la escuela surgen valores como la disciplina y el orden, que algo se esbozaban en la educación prescolar, sin embargo a nivel escolar el clima afectivo es otro. Al ingresar a la escuela el medio se torna más adverso, ya que el pequeño debe ganarse el reconocimiento y la confianza que antes existía a priori en la educación prescolar, a través de sus acciones, y probarle al sistema escolar que él sí es capaz.


Este último punto depende en gran medida del educador ya que es él el encargado del vínculo afectivo con el niño y de la relación que él establezca con el alumno, dependerá la potencia y validez que tenga como modelo de referencia para el niño.


Es desde este marco que debemos considerar el poder de modelaje que posee el sistema escolar que continuará su curso y su peso en la formación de los niños en la escuela y más tarde en el liceo. Sin embargo si la formación y apoyo familiar están presentes será más fácil para el niño enfrentar los desafíos y tareas que le depara el ingresar a este nuevo mundo de relaciones, y el gran apoyo o hándicap con que cuenta cada uno es la imagen de si mismo, su nivel de autoestima y la confianza o desconfianza con que se lo formó en los primeros años.


El juego, un laboratorio para la vida


Cabe señalar que junto otra de las formas de aprender a vivir y expresar el amor y afecto es el juego. La libertad de los pequeños para jugar y crear, junto a la sensación de aceptación de sus resultados son condiciones muy favorables para el desarrollo de la inteligencia y creatividad en los niños. Cabe destacar que el juego permite a los niños ensayar todas las formas de vincularse con otros, y especialmente permite la expresión de los sentimientos y necesidades más profundas de éstos.


Un niño que se siente libre de poder jugar a sus anchas y se siente reconocido por sus padres o adultos cercanos cada vez que muestra sus resultados o creaciones, será un niño lleno de creatividad y confianza en su capacidad personal.


El entregar la libertad de crecer y ensayar los roles a través del juego es un signo de amor hacia los hijos y constituye una de las formas de hacerles sentir la confianza y cariño que se les tiene.


Por lo general los padres tienden a sentir temor frente a los juegos demasiado fantasiosos o lejanos a su realidad y prefieren sacar a los pequeños de los juegos con estas características. Sin embargo el impedir a los niños estos procesos los hace soñar aún más y buscar en otros aspectos de su vida completar estas necesidades. Es preferible darles la libertad de ensayar con amigos imaginarios roles inventados y permitirles soñar que limitarlos. El afecto de los padres o adultos cercanos a su cargo puede guiarlos sin lugar a dudas por la vida sin necesidad de temer que el niño exprese los aspectos que en la vida real le parecen lejanos. La guía y conversación con ellos puede servir más que el intentar inhibir sus juegos y con ello cortarles su necesidad de crear. Es importante destacar que el que un niño invente sueños y fantasías es parte normal del proceso de crecimiento y desarrollo.


El juego es también un espacio de desarrollo de la psicomotricidad y el lenguaje de los niños y por eso reviste tanta importancia para ellos. El juego es un espacio de desarrollo de su corporalidad y de su identificación con su cuerpo. Así mismo permite un buen contacto con sus emociones y sensaciones, fuente de la capacidad de amar a los demás y aceptar las emociones y sentimientos de los demás. El juego entonces, es también una escuela para la experiencia emocional y el contacto con la propia interioridad afectiva y permite que las personas desarrollen esta dimensión que culturalmente suele ser negada. Esto es particularmente válido para los niños varones a los que no se les permite ligarse mucho con su vida afectiva y se los fomenta a la educación cognitiva negando los aspectos emotivos e intuitivos.


De todo lo anterior se debe señalar que la confianza y libertad derivadas del amor que la familia debería proveer a los niños es la fuente fundamental de modelos con la cual los niños de hoy serán los padres de mañana y por eso depende de todos los agentes de formación velar por el desarrollo de estos aspectos tan importantes para la vida, y tan ignorados a nivel más formal. El desafío de las familias está en rescatar esta dimensión y junto al jardín infantil proveer de la confianza básica a los niños pre-escolares y así fundar bases sólidas para su desarrollo. Si esto es posible podremos además aportar a la sociedad con personas más constructivas y afectivas que desplieguen sus capacidades en las relaciones con otros y tal vez sean modelos para algunos pequeños que no tengan la suerte de contar con familias que los nutran del afecto que requieren.


Lu
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COMUNICACION ACERTIVA

OSTEOPOROSIS


DEFINICIÓN.


Según Zanchetta y Talbot. (2001). La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se vuelve más poroso, con más aire en su interior, aumentando el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. De esta manera los huesos se hacen más frágiles, no resisten a los golpes y se rompen con mayor facilidad.


Las fracturas son, efectivamente, el síntoma y la principal consecuencia de esta enfermedad.


Por otro lado argumenta que los huesos son tejidos vivos que están compuestos principalmente por colágeno, una proteína que proporciona una estructura blanda y fosfato de calcio, un mineral  que endurece la estructura.


Durante la vida, nuestros huesos se regeneran constantemente.


Durante la niñez, se regenera mas tejido óseo del que se desecha. Los huesos del cuerpo alcanzan su máxima densidad y fuerza al llegar a los 30 años de edad. A partir de los 30, nuestro cuerpo empieza a perder más masa ósea de la que se regenera.


La osteoporosis puede aparecer principalmente por dos causas.


·         Cuando una persona no tiene suficiente masa ósea al llegar a los 30 años, antes de que empiece la pérdida de densidad ósea.


·         Cuando la pérdida de densidad ósea ocurre después de los 30 años de manera acelerada.


Para La osteoporosis, conocida como “la enfermedad silenciosa” por la falta de síntomas, es una reducción de la masa ósea y de su resistencia mecánica, que se ha convertido en la principal causa de fracturas óseas en mujeres después de la menopausia y en ancianos en general. No tiene un comienzo bien definido y, hasta hace poco, el primer signo visible que presentaba era una fractura de la cadera, la muñeca o de las vertebras, que originaba dolor o deformidad.


Los huesos se debilitan y se quiebran con facilidad, pero la persona afectada no se da cuenta de esta fragilidad.


¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?


La osteoporosis no da síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas, y esto habitualmente ocurre muchos años después de la menopausia. Existen, pues, las siguientes posibles formas de comienzo y detección de la enfermedad:


a)      Descubrimiento de la enfermedad (sin que se hayan producido fracturas) en personas que reúnen múltiples factores de riesgo para padecerla. Entre éstos se encuentran, para la mujer postmenopáusica, la pérdida temprana de la menstruación (antes de los 45 años), la pérdida de la menstruación después de una cirugía que suponga la extirpación de los dos ovarios, factores hereditarios, genéticos y la constitución corporal y el hábito de actividad física. En otras situaciones pueden existir señales de alarma que inclinen a la búsqueda: uso abusivo de alcohol, recibir de forma mantenida dosis altas de cortisona o sus derivados, padecer determinadas enfermedades endocrinas, reumatológicas o inflamatorias.


b)      Presentar fracturas de repetición de huesos largos (fémur, húmero, radio en la muñeca) ante mínimos golpes o caídas, o de forma espontánea.


c)      Padecer fracturas vertebrales por un pequeño movimiento (agacharse, toser, estornudar) o incluso sin relación con ningún desencadenante.


d)     Sufrir, generalmente en edades avanzadas de la vida, un cambio en nuestra conformación corporal, con pérdida de altura, aparición de una “joroba” en la espalda, abombamiento del abdomen. Esta situación se desencadena por la repetición de fracturas de las vértebras. A veces, puede que no existan síntomas agudos. Sin embargo, cuando se establece esta deformidad puede aparecer dolor en la columna vertebral.


Las fracturas que más frecuentemente desencadena la osteoporosis se localizan en las vértebras y en la cadera. Las fracturas de cadera suelen aparecer más tarde que las vertebrales. Generalmente se producen alrededor de los 70 años. Cada año se producen en nuestro país 33.000 casos de fractura de cadera.


Aunque se ha progresado mucho en el tratamiento de la fractura de cadera, hay que seguir considerándola como un acontecimiento grave de la vida.


Puede que una persona no sepa que tiene osteoporosis hasta que se debiliten tanto que u esfuerzo repentino, un golpe o una caída provoquen una fractura en la cadera o una vértebra.


Cuando una vértebra se rompe causa un intenso dolor en la espalda, deformaciones o el desarrollo de una postura encorvada.


Las fracturas pueden afectar la mayoría de los huesos del cuerpo, pero afectan principalmente los huesos de las caderas, las vertebras, las muñecas y los brazos.


Los huesos pueden debilitarse tanto que un simple estornudo o tos puede causar la fractura de una vértebra.





FACTORES DE RIESGO


El sexo de una persona es un factor de riesgo. El hecho de ser mujer hace que tenga un riesgo más elevado de desarrollar osteoporosis. Un factor de riesgo es algo que aumenta las posibilidades que tiene una persona de padecer o contraer una enfermedad.


Otros factores de riesgo importantes para desarrollar osteoporosis son.


·         La edad. Mientras más adulto, más posibilidades de desarrollar osteoporosis.


·         La constitución de una persona. Cuanto más delgados sean los huesos, más posibilidades tiene la persona de desarrollar osteoporosis.


·         Dos factores de riesgo de la osteoporosis que usted no puede controlar son:


·         La raza: las mujeres asiáticas o caucásicas tiene más posibilidades de padecer de osteoporosis que las mujeres afro-americanas o latinas.


·         Antecedentes familiares: si sus padres tuvieron osteoporosis, usted tiene más posibilidades de padecer de esta enfermedad.





Afortunadamente, existen factores de riego que si se puede controlar. La cantidad de calcio y vitamina D que toma: Si usted no toma suficiente calcio (Ca) y vitamina D tiene más posibilidades de desarrollar osteoporosis.


a)      Fumar: si fuma, tiene más posibilidades de desarrollar osteoporosis.


b)      El consumo excesivo de alcohol: si toma alcohol de manera excesiva, tiene más posibilidades de desarrollar osteoporosis.


c)      Inactividad física: si tiene un estilo de vida inactivo, tiene más posibilidades de desarrollar osteoporosis.


d)     Medicamentos. El uso de algunos medicamentos aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis, como por ejemplo el consumo de esteroides o antiácidos durante un periodo prolongado de tiempo.


e)      Prevención personas de todas las edades pueden prevenir la osteoporosis siguiendo hábitos saludables entre los que se incluyen.


f)       Una dieta sana y balanceada, rica en calcio y vitamina.


g)      Mantenerse activo.


h)      No fumar.


i)        No beber alcohol en exceso.





Factores que intervienen en modos de reaccionar del paciente frente a la enfermedad


Enfermar supone enfrentarse a un mundo hasta entonces desconocido y negado. Todo individuo cuando enferma experimenta una serie de reacciones emocionales ante la enfermedad que el médico debe considerar. Existen muchos factores que intervienen en esas reacciones, entre los que destacan la personalidad del paciente, su edad, el tipo de enfermedad, la familia y los amigos, el hospital y la personalidad del médico y demás profesionales de la salud.


a)      Personalidad del enfermo


La personalidad del paciente influirá en los mecanismos de defensa que utilizará. Así, por ejemplo, las personas dependientes utilizarán la regresión a estadios precoces del desarrollo, y dirán: ¡Ayúdeme!, mientras que los que son muy independientes correrán el riesgo de negar la gravedad de la enfermedad.





b)     Edad del paciente


Los adultos jóvenes tienen más riesgo de reaccionar ante una enfermedad con resentimiento o incredulidad, y de buscar diferentes opiniones con la esperanza de que el diagnóstico original fuese una equivocación. Los pacientes ancianos en general aceptan mejor sus problemas médicos.


c)      Tipo de enfermedad


Las enfermedades del corazón, como las arritmias o las enfermedades de las arterias coronarias, producen mucha ansiedad y el miedo antela muerte es constante. La insuficiencia respiratoria o la dificultad para respirar producen un estado de ansiedad agudo que se resuelve cuando la situación revierte. El diagnóstico de cáncer produce miedo y las enfermedades de transmisión sexual, como el SIDA, producen, con frecuencia, además de miedo, sentimientos de culpa. Las enfermedades crónicas, como la insuficiencia renal, artritis reumatoide o diabetes mellitus, producen diversas respuestas que van desde su aceptación hasta su negación, rechazando el tratamiento.


d)     Familia y amigos


La complejidad de la dinámica familiar afectará el comportamiento del paciente. Así, por ejemplo, la ansiedad del esposo será transmitida al paciente; otras veces, en caso de ganancias secundarias, la curación y el alta se retrasarán.





ASPECTOS PSICOSOMÁTICOS DEL ENFERMO


Las enfermedades somáticas generalmente tienen un tiempo de incubación que varía de una enfermedad a otra (8-15 días) los síntomas se van  instaurando paulatina y progresivamente o las manifestaciones clínicas se manifiestan de manera agua en cuyo estado de enfermedad experimentan una seña de reacciones físicas y psicoemocioales de las cuales se puede describir:


1.         Disminución de las energías físicas. El desmedro de sus energías físicas limita su actividad y le obliga adoptar una posición auto defensiva: se encorva o se postra en cama deseando que este estado sea lo más pasajero posible.


2.         Sufrimiento físico localizado. La molestia principal se localiza en alguna parte del organismo, dependiendo del tipo de enfermedad somática, y por el desconocimiento de la función real de sus órganos y sistemas determina que el paciente exagere la magnitud de su preocupación por su enfermedad.


3.         La angustia. La angustia que origina la enfermedad depende de las vivencias desagradables que haya tenido anteriormente y de las molestias que experimente así como de las peculiaridades de su personalidad, mostrando intranquilidad, desesperación que repercute en la disminución de su apetito, en el sueño, sus quejas frecuentes. La ansiedad es la emoción más común, está presente de manera distinta de la infancia hasta la muerte. Se presenta cuando el individuo se enfrenta a la amenaza aún indefinida. Cuando la amenaza se ha definido en algo concreto ansiedad deja paso al miedo (miedo a algo concreto). La ansiedad se puede expresar de manera diferente, como, por ejemplo, inquietud, insomnio, hiperactividad, irritabilidad y miedo. Muchas veces los síntomas son tan intensos como para provocar hiperventilación, palpitaciones, calambres y hasta una serie de quejas gastrointestinales, cardiológicas o genitourinarias.


4.         Depresión: La depresión surge ante vivencias de pérdida, incluyendo la pérdida de la salud. De ahí que la asociación entre depresión y enfermedad médica sea común.


5.         Temor a la soledad e Invalidez. La evolución de la enfermedad las molestias somáticas, su estado de ánimo deprimido determina que en algún momento sienta amenazada su existencia, sienta temor a la soledad cuando él se encuentre soto en un estado crítico de su enfermedad, pues para él, es el único que sufre su enfermedad y experimenta inseguridad respecto a sus resistencias orgánicas que no pueda recuperarse o quede con alguna invalidez, entonces miedo a la muerte, reflexiones que te hace comprender el valor de la vida, su Importancia y tos aspectos positivos de la vida, lo que indica que el hombre se resiste y rechaza a la muerte y ahora sus deseos de vivir en beneficio de su familia y sus amigos.


6.         Significación de la enfermedad. Cada Individuo cuando pierde su estado de bienestar que le proporciona su salud trate de encontrar una significación a su enfermedad según sus vivencias que haya tenido anteriormente las sensaciones que experimente durante el proceso de su enfermedad según: sus conceptos sociales, morales, religiosos, según su edad, el sexo, la raza, así como su constitución y su personalidad. Algunos pacientes consideran su enfermedad como una prueba para valorar su resistencia y como una prueba para soportar el sufrimiento. Otros pacientes la consideran como un castigo a su actitud y comportamiento no muy adecuado para que les permita reflexionar y adoptar una nueva actitud frente a su familia y demás personas. O es considerado como un hecho natural ya que cualquier Individuo está propenso a sufrir alguna enfermedad en su convivencia con los riesgos de la naturaleza, su medio ambiente en el cual vive. Para algunas personas la enfermedad es una necesidad para obtener un beneficio, ya sea como una solución a su angustia y sensación de incapacidad frente a una responsabilidad o como una necesidad de dependencia para obtener el cuidado y la atención que creen merecer.





COMPRENSIÓN PSICOLÓGICA DEL ENFERMO


La comprensión psicológica del enfermo representa una tarea Ineludible para todo médico práctico. Para captar comprensivamente al enfermo, el médico debe reunir varias condiciones, especialmente estas dos:


1° La de asumir una actitud psicológica ante el enfermo.


2° La de conocer teórica y prácticamente las reacciones psicológicas a la enfermedad, más comunes entre tos enfermos.


Actitud psicológica: Es una actitud abierta, acogedora y expectante, desprovista de elementos subjetivos y autoritarios y centrados en el acontecer de la personalidad del otro. El médico se coloca entonces mentalmente en la posición del enfermo, pero sin fusionarse con él.


Esta actitud resulta muy favorable para que el enfermo se entregue más fácilmente a la comunicación, la ventilación efectiva y la cooperación con el médico.


La actitud psicológica es sobre todo necesaria ante los enfermos más o menos enaonizados y ante los enfermos en transe de rehabilitación y readaptación.


En las situaciones de urgencia y ante enfermos agudos, el médico debe asumir una actitud Intrínseca directiva, (pensando más en la sobrevivencia del enfermo que en su comprensión psicológica).





ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PACIENTE


Hablar de una paciente crónica indica que una persona sufre una enfermedad de larga evolución, la mejoría de los síntomas es lenta, pasajera y casi nunca está asintomático. El término crónico tiene un efecto negativo tanto en los familiares del paciente, la sociedad como en los médicos, quienes no aceptan con agrado responsabilizarse en el tratamiento. Por una parte porque el éxito de una mejoría es muy remoto, por otro lado los familiares tratan de abandonarlo en la institución médica que le ha recibido.


El paciente crónico en el seno familiar origina tensiones, confusiones, desánimo y sentimiento de culpa en sus familiares respecto a los cuidados que brindan al paciente, situación que repercute en el estado general del paciente crónica originando;


1.         Necesidad de seguridad. Su prolongada enfermedad produce necesidad de dependencia hacia sus familiares y su enfermedad; insatisfacción general que no hace esfuerzos para colaborar en sus cuidados, mostrando así que su enfermedad requiere de mejores atenciones.


2.         Angustia de ser rechazado. Su actitud y su estado de ánimo pesimista determinan que el paciente crónico experimente angustia a ser rechazado no soto por sus familiares, sino también por otras personas por lo tedioso que resulta su cuidado no solo desde el punto de vista económico, sino por el tiempo que tienen que dedicar en su atención y cuidado.


3.         Temor al abandono y soledad. Su larga enfermedad debilita su estado físico, su función social y sus aspiraciones de recuperación, por lo que experimenta temor que sus familiares le abandonen y se encuentre a merced de su soledad.


4.         Miedo a la Invalidez. Las experiencias y las vivencias que tiene el paciente crónico en el transcurso de su enfermedad, el desmedro de sus energías físicas y psíquicas, su necesidad de dependencia, tiene miedo a la Invalidez permanente, lo que determina que cada vez se abandone a tos cuidados de los demás posibilitando su invalidez.


5.         Desconfianza en el Médico. El paciente crónico en su relación con sus médicos tratantes se percata que no muestran mayor interés por su enfermedad, por lo que desconfía que haya algún médico que pueda hacer algo mejor para superar su estado y vuelva a valerse por sí mismo.

¿QUE ES VIGOREXIA?


VIGOREXIA

Es un trastorno mental no estrictamente alimentario, pero que sí comparte la patología de la preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del esquema corporal. En el cual una persona constantemente se preocupa por parecer demasiado pequeña y débil. Aquellos con vigorexia sufren el problema opuesto de alguien con necesidad de tratamiento de la anorexia. Otros nombres comunes para vigorexia incluyen dismorfia muscular y anorexia inversa. Las personas con este trastorno no son débiles o subdesarrollados, en absoluto, por lo general tiene gran masa muscular. Esta enfermedad es más común en los hombres.

Este trastorno es una forma de trastorno dismórfico corporal y se relaciona con el trastorno obsesivo compulsivo. Las personas con dismorfia muscular constantemente se obsesionan con sus imperfecciones, y distorsionan su percepción de sí mismos. La insuficiencia sentida por las personas con anorexia inversa afecta a numerosos ámbitos de la vida, que van desde las relaciones personales a la salud física y emocional. Esta insatisfacción con la imagen corporal es común en las personas con trastornos de la alimentación, razón por la cual tantas personas buscan comer el tratamiento del trastorno.


SÍNTOMAS

Uno de los principales síntomas de la vigorexia es un programa duro entrenamiento que se centra en el levantamiento de pesas con el objetivo de agrandar los músculos. Lee más acerca de los síntomas de la vigorexia.


CAUSAS

Hay algunos factores posibles de riesgo que contribuyen a la vigorexia: la intimidación y burlas durante el período escolar, el perfeccionismo, etc.

Los signos más frecuentes son:

Mirarse constantemente en el espejo y aun así sentirse enclenques

Invertir todas las horas posibles en hacer deportes para aumentar la musculatura

Pesarse varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que hacen fisicoculturismo

La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo, que hace que el vigoréxico se sienta fracasado, abandone sus actividades y se encierre en un gimnasio día y noche

También siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular, por lo que corren mayor riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides.



COMPLICACIONES

 Los problemas que puedan surgir son el daño de músculos y articulaciones, depresión, efectos peligrosos de los esteroides, etc. Lee más acerca de las complicaciones de la vigorexia.



TRATAMIENTO

Consiste en la atención psicológica a largo plazo. Las drogas psiquiátricas se pueden utilizar para controlar la depresión.

Si bien se ha comprobado la existencia de trastornos en los niveles de diversas hormonas y mediadores presentes en la transmisión nerviosa en el sistema nervioso central, los principales factores desencadenantes involucrados son de tipo cultural, social y educativo, a los que estas personas están expuestas continuamente. Por ello, el tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva que tienen sobre su cuerpo.

 El entorno afectivo cumple una función muy importante en su recuperación, al brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas más razonables. Es necesario disminuir el entusiasmo y la ansiedad por la práctica deportiva intensa logrando que se interesen por otras actividades menos nocivas para su cuerpo. El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la persona padezca algún trastorno psicológico, pero siempre debe estarse muy atento ya que las probabilidades de que sí aparezca son mayores en estas personas.



OTROS DATOS

Numerosos problemas orgánicos y lesiones pueden aparecer cuando la práctica deportiva es excesiva.

Las desproporciones entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.

La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.

La alimentación es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas proteínas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular, ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.

El uso de anabólicos es también otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento físico e incrementar el volumen de sus músculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, entre otros. Es importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la resistencia.
Las endorfinas constituyen un grupo de hormonas que produce el propio organismo, con propiedades similares a la morfina, como un mecanismo de defensa ante diversos estímulos. Principalmente actúan como analgésicos endógenos. Cuando la persona practica deportes rutinariamente hasta extenuarse, el organismo comienza a producir estas sustancias para aliviar los síntomas, y esto le permite poder continuar el trabajo por más tiempo cada día. A medida que pasa el tiempo se requerirá una cantidad cada vez mayor para poder soportar el dolor, lo que acarreará serias consecuencias. Todo esto lleva al desarrollo de una verdadera adicción a las endorfinas. Debe prestarse mucha atención al dolor, por que es una señal de alarma de las posibles consecuencias del sobre-entrenamiento.

DISPLASIA MAMARIA


¿QUÉ ES Y CÓMO SE TRATA?



La displasia mamaria es una forma anatómica especial de la mama que responde de diversas maneras a los cambios hormonales y produce un aumento del tamaño de la mama y dolor en la segunda parte del ciclo. No es maligna, pero sí es tratable.


Es un trastorno de características benignas, que se presenta generalmente entre los 20 y 30 años de edad, y afecta a más del 60% de las mujeres entre los 30 y los 50 años de edad.



Es privativa de la mujer en edad reproductiva ya que no existe en la niñez ni en el hombre y es excepcional y pasajera en la postmenopausia. Es difusa, porque puede comprometer todo el tejido mamario aunque con distinta intensidad.


Suele responder a la medicación hormonal y mejora o desaparece durante el embarazo y lactancia.


La displasia mamaria se produce porque hay mujeres que son más sensibles a estas hormonas y reaccionan con una dilatación de los conductos de la mama, lo que va acompañados de fibrosis, acumulación de líquido y formación de quistes. Esta situación causa dolor, un síntoma que suele estar ausente en el cáncer.





Los orígenes de la displasia están asociados a:


* Factores endócrinos: exceso de estrógeno, déficit de progesterona y exceso de prolactina


* Factores no endócrinos: alimentación inadecuada, uso de determinados medicamentos, etc.


* Factores psicológicos.





SÍNTOMAS


1) Consistencia desigual, irregular y densa del tejido mamario, usualmente más marcada en los cuadrantes externos.


2) Molestia constante en los senos


3) Sensación de congestión mamaria


4) Dolor sordo, intenso y sensibilidad.


5) Sensibilidad y edema premenstrual.


6) Sensación de cambios en el pezón (sensibilidad). Pérdida de líquido por el pezón (no siempre presente, ligeramente amarillento ó blanquecino)


7) Múltiples nódulos de tamaño variable, más o menos dolorosos.


Todo esto sucede o se intensifica notoriamente en el pre menstruo, es decir, algunos días antes de presentarse el sangrado menstrual.


  


TRATAMIENTO


Es importante dar mucha tranquilidad a las mujeres que asocian displasia mamaria con riesgo de cáncer: no es así, y muchas veces cuando la mujer entiende esta diferencia comienza su etapa de mejoría, que puede llegar hasta la desaparición total de los síntomas.


En aquellas mujeres que sí necesitarán algún tipo de tratamiento, existe consenso general en la actualidad de que el tratamiento debe estar dirigido a tres objetivos fundamentales que son:


a) Combatir las causas que la originan (tratamiento básico: endocrino).


b) Combatir los efectos sobre el lobulillo mamario que lo manifiesta (tratamiento complementario: medidas higiénico-dietéticas, como por ejemplo reducir ingesta de cafeína, alcohol y sal).


c) Tratamiento invasivo (punción de quistes, exéresis quirúrgica de nódulos, lesiones quísticas complejas o su cápsula residual, etc.) en casos de naturaleza no bien definida.