DEFINICIÓN.
Según Zanchetta
y Talbot. (2001). La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se
vuelve más poroso, con más aire en su interior, aumentando el número y el
tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. De esta manera
los huesos se hacen más frágiles, no resisten a los golpes y se rompen con
mayor facilidad.
Las fracturas
son, efectivamente, el síntoma y la principal consecuencia de esta enfermedad.
Por otro lado argumenta
que los huesos son tejidos vivos que están compuestos principalmente por
colágeno, una proteína que proporciona una estructura blanda y fosfato de
calcio, un mineral que endurece la
estructura.
Durante la vida,
nuestros huesos se regeneran constantemente.
Durante la
niñez, se regenera mas tejido óseo del que se desecha. Los huesos del cuerpo
alcanzan su máxima densidad y fuerza al llegar a los 30 años de edad. A partir
de los 30, nuestro cuerpo empieza a perder más masa ósea de la que se regenera.
La osteoporosis
puede aparecer principalmente por dos causas.
·
Cuando
una persona no tiene suficiente masa ósea al llegar a los 30 años, antes de que
empiece la pérdida de densidad ósea.
·
Cuando
la pérdida de densidad ósea ocurre después de los 30 años de manera acelerada.
Para La
osteoporosis, conocida como “la enfermedad silenciosa” por la falta de
síntomas, es una reducción de la masa ósea y de su resistencia mecánica, que se
ha convertido en la principal causa de fracturas óseas en mujeres después de la
menopausia y en ancianos en general. No tiene un comienzo bien definido y,
hasta hace poco, el primer signo visible que presentaba era una fractura de la
cadera, la muñeca o de las vertebras, que originaba dolor o deformidad.
Los huesos se
debilitan y se quiebran con facilidad, pero la persona afectada no se da cuenta
de esta fragilidad.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?
La osteoporosis
no da síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que
aparezcan fracturas, y esto habitualmente ocurre muchos años después de la
menopausia. Existen, pues, las siguientes posibles formas de comienzo y
detección de la enfermedad:
a)
Descubrimiento
de la enfermedad (sin que se hayan producido fracturas) en personas que reúnen
múltiples factores de riesgo para padecerla. Entre éstos se encuentran, para la
mujer postmenopáusica, la pérdida temprana de la menstruación (antes de los 45
años), la pérdida de la menstruación después de una cirugía que suponga la
extirpación de los dos ovarios, factores hereditarios, genéticos y la
constitución corporal y el hábito de actividad física. En otras situaciones
pueden existir señales de alarma que inclinen a la búsqueda: uso abusivo de
alcohol, recibir de forma mantenida dosis altas de cortisona o sus derivados,
padecer determinadas enfermedades endocrinas, reumatológicas o inflamatorias.
b)
Presentar
fracturas de repetición de huesos largos (fémur, húmero, radio en la muñeca)
ante mínimos golpes o caídas, o de forma espontánea.
c)
Padecer
fracturas vertebrales por un pequeño movimiento (agacharse, toser, estornudar)
o incluso sin relación con ningún desencadenante.
d)
Sufrir,
generalmente en edades avanzadas de la vida, un cambio en nuestra conformación
corporal, con pérdida de altura, aparición de una “joroba” en la espalda,
abombamiento del abdomen. Esta situación se desencadena por la repetición de
fracturas de las vértebras. A veces, puede que no existan síntomas agudos. Sin
embargo, cuando se establece esta deformidad puede aparecer dolor en la columna
vertebral.
Las fracturas
que más frecuentemente desencadena la osteoporosis se localizan en las
vértebras y en la cadera. Las fracturas de cadera suelen aparecer más tarde que
las vertebrales. Generalmente se producen alrededor de los 70 años. Cada año se
producen en nuestro país 33.000 casos de fractura de cadera.
Aunque se ha
progresado mucho en el tratamiento de la fractura de cadera, hay que seguir
considerándola como un acontecimiento grave de la vida.
Puede que una
persona no sepa que tiene osteoporosis hasta que se debiliten tanto que u
esfuerzo repentino, un golpe o una caída provoquen una fractura en la cadera o
una vértebra.
Cuando una
vértebra se rompe causa un intenso dolor en la espalda, deformaciones o el
desarrollo de una postura encorvada.
Las fracturas
pueden afectar la mayoría de los huesos del cuerpo, pero afectan principalmente
los huesos de las caderas, las vertebras, las muñecas y los brazos.
Los huesos
pueden debilitarse tanto que un simple estornudo o tos puede causar la fractura
de una vértebra.
FACTORES DE RIESGO
El sexo de una
persona es un factor de riesgo. El hecho de ser mujer hace que tenga un riesgo
más elevado de desarrollar osteoporosis. Un factor de riesgo es algo que
aumenta las posibilidades que tiene una persona de padecer o contraer una
enfermedad.
Otros factores
de riesgo importantes para desarrollar osteoporosis son.
·
La
edad. Mientras más adulto, más posibilidades de desarrollar osteoporosis.
·
La
constitución de una persona. Cuanto más delgados sean los huesos, más
posibilidades tiene la persona de desarrollar osteoporosis.
·
Dos
factores de riesgo de la osteoporosis que usted no puede controlar son:
·
La
raza: las mujeres asiáticas o caucásicas tiene más posibilidades de padecer de
osteoporosis que las mujeres afro-americanas o latinas.
·
Antecedentes
familiares: si sus padres tuvieron osteoporosis, usted tiene más posibilidades
de padecer de esta enfermedad.
Afortunadamente,
existen factores de riego que si se puede controlar. La cantidad de calcio y
vitamina D que toma: Si usted no toma suficiente calcio (Ca) y vitamina D tiene
más posibilidades de desarrollar osteoporosis.
a)
Fumar:
si fuma, tiene más posibilidades de desarrollar osteoporosis.
b)
El
consumo excesivo de alcohol: si toma alcohol de manera excesiva, tiene más
posibilidades de desarrollar osteoporosis.
c)
Inactividad
física: si tiene un estilo de vida inactivo, tiene más posibilidades de
desarrollar osteoporosis.
d)
Medicamentos.
El uso de algunos medicamentos aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis,
como por ejemplo el consumo de esteroides o antiácidos durante un periodo
prolongado de tiempo.
e)
Prevención
personas de todas las edades pueden prevenir la osteoporosis siguiendo hábitos
saludables entre los que se incluyen.
f)
Una
dieta sana y balanceada, rica en calcio y vitamina.
g)
Mantenerse
activo.
h)
No
fumar.
i)
No
beber alcohol en exceso.
Factores que intervienen en modos de reaccionar del
paciente frente a la enfermedad
Enfermar supone
enfrentarse a un mundo hasta entonces desconocido y negado. Todo individuo
cuando enferma experimenta una serie de reacciones emocionales ante la
enfermedad que el médico debe considerar. Existen muchos factores que
intervienen en esas reacciones, entre los que destacan la personalidad del
paciente, su edad, el tipo de enfermedad, la familia y los amigos, el hospital
y la personalidad del médico y demás profesionales de la salud.
a)
Personalidad del
enfermo
La personalidad
del paciente influirá en los mecanismos de defensa que utilizará. Así, por
ejemplo, las personas dependientes utilizarán la regresión a estadios precoces
del desarrollo, y dirán: ¡Ayúdeme!, mientras que los que son muy independientes
correrán el riesgo de negar la gravedad de la enfermedad.
b)
Edad del
paciente
Los adultos
jóvenes tienen más riesgo de reaccionar ante una enfermedad con resentimiento o
incredulidad, y de buscar diferentes opiniones con la esperanza de que el
diagnóstico original fuese una equivocación. Los pacientes ancianos en general
aceptan mejor sus problemas médicos.
c)
Tipo de
enfermedad
Las enfermedades
del corazón, como las arritmias o las enfermedades de las arterias coronarias,
producen mucha ansiedad y el miedo antela muerte es constante. La insuficiencia
respiratoria o la dificultad para respirar producen un estado de ansiedad agudo
que se resuelve cuando la situación revierte. El diagnóstico de cáncer produce
miedo y las enfermedades de transmisión sexual, como el SIDA, producen, con
frecuencia, además de miedo, sentimientos de culpa. Las enfermedades crónicas,
como la insuficiencia renal, artritis reumatoide o diabetes mellitus, producen
diversas respuestas que van desde su aceptación hasta su negación, rechazando
el tratamiento.
d)
Familia y amigos
La complejidad
de la dinámica familiar afectará el comportamiento del paciente. Así, por
ejemplo, la ansiedad del esposo será transmitida al paciente; otras veces, en
caso de ganancias secundarias, la curación y el alta se retrasarán.
ASPECTOS PSICOSOMÁTICOS DEL ENFERMO
Las enfermedades
somáticas generalmente tienen un tiempo de incubación que varía de una enfermedad
a otra (8-15 días) los síntomas se van
instaurando paulatina y progresivamente o las manifestaciones clínicas
se manifiestan de manera agua en cuyo estado de enfermedad experimentan una
seña de reacciones físicas y psicoemocioales de las cuales se puede describir:
1. Disminución de las energías físicas. El
desmedro de sus energías físicas limita su actividad y le obliga adoptar una
posición auto defensiva: se encorva o se postra en cama deseando que este
estado sea lo más pasajero posible.
2. Sufrimiento físico localizado. La
molestia principal se localiza en alguna parte del organismo, dependiendo del
tipo de enfermedad somática, y por el desconocimiento de la función real de sus
órganos y sistemas determina que el paciente exagere la magnitud de su preocupación
por su enfermedad.
3. La angustia. La angustia que origina la
enfermedad depende de las vivencias desagradables que haya tenido anteriormente
y de las molestias que experimente así como de las peculiaridades de su
personalidad, mostrando intranquilidad, desesperación que repercute en la
disminución de su apetito, en el sueño, sus quejas frecuentes. La ansiedad es
la emoción más común, está presente de manera distinta de la infancia hasta la
muerte. Se presenta cuando el individuo se enfrenta a la amenaza aún
indefinida. Cuando la amenaza se ha definido en algo concreto ansiedad deja
paso al miedo (miedo a algo concreto). La ansiedad se puede expresar de manera
diferente, como, por ejemplo, inquietud, insomnio, hiperactividad,
irritabilidad y miedo. Muchas veces los síntomas son tan intensos como para
provocar hiperventilación, palpitaciones, calambres y hasta una serie de quejas
gastrointestinales, cardiológicas o genitourinarias.
4. Depresión: La depresión surge ante
vivencias de pérdida, incluyendo la pérdida de la salud. De ahí que la
asociación entre depresión y enfermedad médica sea común.
5. Temor a la soledad e Invalidez. La
evolución de la enfermedad las molestias somáticas, su estado de ánimo
deprimido determina que en algún momento sienta amenazada su existencia, sienta
temor a la soledad cuando él se encuentre soto en un estado crítico de su
enfermedad, pues para él, es el único que sufre su enfermedad y experimenta
inseguridad respecto a sus resistencias orgánicas que no pueda recuperarse o
quede con alguna invalidez, entonces miedo a la muerte, reflexiones que te hace
comprender el valor de la vida, su Importancia y tos aspectos positivos de la
vida, lo que indica que el hombre se resiste y rechaza a la muerte y ahora sus
deseos de vivir en beneficio de su familia y sus amigos.
6. Significación de la enfermedad. Cada
Individuo cuando pierde su estado de bienestar que le proporciona su salud
trate de encontrar una significación a su enfermedad según sus vivencias que
haya tenido anteriormente las sensaciones que experimente durante el proceso de
su enfermedad según: sus conceptos sociales, morales, religiosos, según su
edad, el sexo, la raza, así como su constitución y su personalidad. Algunos
pacientes consideran su enfermedad como una prueba para valorar su resistencia
y como una prueba para soportar el sufrimiento. Otros pacientes la consideran
como un castigo a su actitud y comportamiento no muy adecuado para que les
permita reflexionar y adoptar una nueva actitud frente a su familia y demás
personas. O es considerado como un hecho natural ya que cualquier Individuo
está propenso a sufrir alguna enfermedad en su convivencia con los riesgos de
la naturaleza, su medio ambiente en el cual vive. Para algunas personas la
enfermedad es una necesidad para obtener un beneficio, ya sea como una solución
a su angustia y sensación de incapacidad frente a una responsabilidad o como
una necesidad de dependencia para obtener el cuidado y la atención que creen
merecer.
COMPRENSIÓN PSICOLÓGICA DEL ENFERMO
La comprensión
psicológica del enfermo representa una tarea Ineludible para todo médico
práctico. Para captar comprensivamente al enfermo, el médico debe reunir varias
condiciones, especialmente estas dos:
1° La de asumir
una actitud psicológica ante el enfermo.
2° La de conocer
teórica y prácticamente las reacciones psicológicas a la enfermedad, más
comunes entre tos enfermos.
Actitud
psicológica: Es una actitud abierta, acogedora y expectante, desprovista de
elementos subjetivos y autoritarios y centrados en el acontecer de la
personalidad del otro. El médico se coloca entonces mentalmente en la posición
del enfermo, pero sin fusionarse con él.
Esta actitud
resulta muy favorable para que el enfermo se entregue más fácilmente a la
comunicación, la ventilación efectiva y la cooperación con el médico.
La actitud
psicológica es sobre todo necesaria ante los enfermos más o menos enaonizados y
ante los enfermos en transe de rehabilitación y readaptación.
En las
situaciones de urgencia y ante enfermos agudos, el médico debe asumir una
actitud Intrínseca directiva, (pensando más en la sobrevivencia del enfermo que
en su comprensión psicológica).
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PACIENTE
Hablar de una
paciente crónica indica que una persona sufre una enfermedad de larga
evolución, la mejoría de los síntomas es lenta, pasajera y casi nunca está
asintomático. El término crónico tiene un efecto negativo tanto en los
familiares del paciente, la sociedad como en los médicos, quienes no aceptan
con agrado responsabilizarse en el tratamiento. Por una parte porque el éxito
de una mejoría es muy remoto, por otro lado los familiares tratan de
abandonarlo en la institución médica que le ha recibido.
El paciente
crónico en el seno familiar origina tensiones, confusiones, desánimo y
sentimiento de culpa en sus familiares respecto a los cuidados que brindan al
paciente, situación que repercute en el estado general del paciente crónica
originando;
1. Necesidad de seguridad. Su prolongada
enfermedad produce necesidad de dependencia hacia sus familiares y su
enfermedad; insatisfacción general que no hace esfuerzos para colaborar en sus
cuidados, mostrando así que su enfermedad requiere de mejores atenciones.
2. Angustia de ser rechazado. Su actitud y
su estado de ánimo pesimista determinan que el paciente crónico experimente
angustia a ser rechazado no soto por sus familiares, sino también por otras
personas por lo tedioso que resulta su cuidado no solo desde el punto de vista
económico, sino por el tiempo que tienen que dedicar en su atención y cuidado.
3. Temor al abandono y soledad. Su larga
enfermedad debilita su estado físico, su función social y sus aspiraciones de
recuperación, por lo que experimenta temor que sus familiares le abandonen y se
encuentre a merced de su soledad.
4. Miedo a la Invalidez. Las experiencias
y las vivencias que tiene el paciente crónico en el transcurso de su
enfermedad, el desmedro de sus energías físicas y psíquicas, su necesidad de
dependencia, tiene miedo a la Invalidez permanente, lo que determina que cada
vez se abandone a tos cuidados de los demás posibilitando su invalidez.
5. Desconfianza en el Médico. El paciente
crónico en su relación con sus médicos tratantes se percata que no muestran
mayor interés por su enfermedad, por lo que desconfía que haya algún médico que
pueda hacer algo mejor para superar su estado y vuelva a valerse por sí mismo.
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