Para
cuidar la vida y la salud se requiere del desarrollo de habilidades personales,
para optar por decisiones saludables, lo cual constituye uno de los cinco
componentes de la promoción de la salud PS, establecidos en la Primera
Conferencia Internacional sobre PS, en Ottawa Canadá, donde se dijo que:
"la promoción favorece el desarrollo personal y social en la medida que
aporte información sobre el cuidado, educación sanitaria para tomar decisiones
informadas y se perfeccionen las aptitudes indispensables para la vida; de esta
manera se aumentan las opciones disponibles para que la gente pueda ejercer un
mayor control sobre su salud y el medio social y natural, y así opte por todo
aquello que propicie la salud." Las estrategias y mecanismos
para desarrollar dichas habilidades se relacionan con la autogestión, la
educación e información y el autocuidado, mediados por la comunicación.
Las habilidades personales para vivir determinan el estilo de vida de las personas y la manera como ellas se cuidan. El término ‘estilo de vida’ se refiere a la manera de vivir y a las pautas personales de conducta, que están determinadas por factores sociales, culturales y personales; equivale a las actitudes, hábitos y prácticas individuales o familiares, que pueden influir positiva o negativamente sobre nuestra salud.
En el proceso de cuidar la vida y la salud se dan tres tipos de cuidados:
CUIDADO O ASISTENCIA A OTROS: LOS CUIDAMOS
Esta forma de cuidado corresponde
a la atención sanitaria, que se
presta a la persona enferma en una institución de salud; es el cuidado
científico, sistemático y aprendido que se lleva a cabo mediante el empleo de
prácticas curativas, que un profesional o un equipo de salud, realizan al
usuario con algún grado de discapacidad (temporal o
permanente) física, psíquica o emocional, con el fin de ayudarlo a restablecer
su salud y alcanzar mayores niveles de bienestar.
La atención sanitaria es una actividad tanto para quien la presta como para el enfermo, puesto que produce resultados en ambos; puede decirse que, al favorecer el mantenimiento y conservación de la vida, al permitir que ella continúe, se reproduzca y termine dignamente, se generan altos niveles de satisfacción en el cuidador y en el usuario, se incrementan los niveles de autonomía, de salud y se mejora su calidad de vida.
CUIDADO ENTRE TODOS (NOS
CUIDAMOS):
El cuidado entre todos es
denominado autocuidado colectivo y se
refiere a las acciones que son planeadas y desarrolladas en cooperación, entre
los miembros de una comunidad, familia o grupo, quienes se procuran un medio
físico y social afectivo y solidario; por ej., la disposición de basuras, el
tratamiento colectivo de aguas, el uso racional de los servicios disponibles
para la atención en salud, la consecución de celadores, entre otras, en procura
del bienestar común.
CUIDADO DE SÍ (ME CUIDO):
Corresponde al autocuidado
individual y está conformado por todas aquellas medidas adoptadas por uno
mismo, como gestor de su autocuidado. Dicho de otra manera, consiste en mirar
uno por su salud y darse buena vida.
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